Las plantas son seres cuya importancia dentro de la naturaleza exalto, puesto que son fundamentales para la supervivencia del ser humano y además me permite hacer síntesis del mundo natural, pues a través de sus elementos me es posible generar metáforas y/o analogías que hablan del tiempo, los ciclos vitales y la conciencia ambiental.

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Mi relación con la naturaleza es el punto de partida, realizo recorridos donde busco fragmentos de ella que ya suponemos sin aliento y les doy una nueva vida, transformándolos, recreándolos o deformándolos, así el tiempo que los marchitó es el mismo que los aviva.

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Despersonifico el material para generar nuevas lecturas, donde ficciono un mundo exterior que revela mi mundo interior, o el de todos, una especie de mundo análogo común (arquetípico), lleno de detalles, de orígenes y fenecimientos, de pequeñas fragilidades, en definitiva, una mimesis de la existencia misma.

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En consecuencia, mi propuesta plástica se materializa en piezas frágiles, seriadas o moduladas, que construyen instalaciones que por lo general están en transformación dada la naturaleza de los materiales; es el tiempo del hacer y el tiempo mismo de la obra lo que configura el concepto, lo que me permite hablar de lo vital y de cómo está estrechamente vinculado a la idea de tiempo y las trasformaciones que lo hacen visible.